La posibilidad de imaginar de desear, es lo último que debe apagarse de un ser, ya que cada entidad tiene una esencia singular.Me gustaría hablar entonces de eso.
De reconvertir los deseos oscuros en luminosos.
Ya lo han hecho otros personajes: Fidor Dovstoievsky, Miguel de Cervantes, Oscar Wilde, José Revueltas, y un sin fin de escritores han encontrado en el arte, y en la vida cotidiana, la manera de liberar sus deseos.
Pero este deseo puede tener aspectos distorsionados o destructivos, que nacen de las pasiones tristes que producen un pasaje a una menor perfección o un encierro; por el contrario, pueden permitir desarrollar la potencia por medio de las pasiones alegres que conducen a una mayor perfección.
Esta compresión implica necesariamente una transformación de sí mismo, a través de un mayor perfeccionamiento, al someter el deseo a un proceso de conocimiento que tiene diferentes niveles: la imaginación, la razón y la intuición.
Esto es la fuerza del deseo permite transformar las pasiones en energías que conducen a una mayor seguridad y alegría. Este tránsito de una menor a una mayor perfección no se logra por una fuerza divina ni de la voluntad. La potencia del deseo aumenta la lucidez, pasando de las ideas confusas de la imaginación, a las generales y abstractas de la razón.
Un hombre libre piensa menos en la muerte que en ningún otra cosa y su conocimiento es una meditación sobre la vida, no sobre la muerte, considera Spinoza.
“El amor es lo que los humanos consideran la forma suprema de la expresión de la inteligencia como único fundamento posible de la liberación de las singularidades y el cemento ético de la vida colectiva, dice Antoni Negri.
Premio de cuento "José Revueltas" 1999, Samuel Mesinas, se presentó el 12 de JUNIO a las 12 horas, en la Sección Femenil del Reclusorio de Chiconautla, inaugurando el ciclo "Palabras en eel encierro", de la Coordinación de Bibliotecas de la Dirección de Educación del H. Ayuntamiento de Ecatepec de Morelos.
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